“El principal culpable de la mala primera parte es mía, no he sabido preparar (mentalmente) a mis jugadores de la mejor manera para el primer partido de la temporada”, Vicente Moreno.
Y llegó el primer partido, vaya partido, vaya sufrimiento en la grada, una grada despoblada (4846 espectadores) ya sea por ser agosto o por la floja afiliación del aficionado a pasar por las oficinas del club y renovar el carnet de socio. Pocos pero críticos, en eso no cambiamos.
Un equipo renovado en la mitad de su plantilla, con incorporaciones a lo largo de toda la pretemporada, hasta en la última semana de preparación hubo que esperar para darle las llaves de las portería a 2 nuevos guardametas.
En frente un equipo serio, un equipo de Luis César, un equipo que no solo ya nos ganó la pasada temporada en casa si no que fue uno de los que mejor jugaron en el Nou Estadi de los 21 que pasaron.
Saja bajo palos, defensa de memoria con Valentín-Suzuki-Molina-Mossa, Zahibo de medio centro defensivo por detrás de Madinda y Tejera, José Carlos en la derecha, Rarshalla en la izquierda y Alex López en punta. “Si es un partido de pretemporada hago 11 cambios al descanso o antes, hasta cambio al entrenador”, contundente y signicativo Vicente Moreno.
No funcionó el centro del campo, el francés reculaba en exceso defensivamente y desaparecía la conexión entre la medular y el ataque, no creábamos peligro.
Quizás demasiado conservador el planteamiento por parte local, el mister achacaba el mal juego de la primera parte al nerviosismo de sus jugadores por ser los primeros minutos del campeonato. Falta de entendimiento, demasiadas pérdidas de balón de ls que sacaban provecho de manera incontestables
los jugadores del Lugo, ellos solo tenían que esperar al error para castigarnos.
Corría el minuto 36 cuando el técnico valenciano reaccionó al desajuste en el césped y dio entrada a Lobato por Zahibo, lo que dio algo más de aire ofensivo a la hora de construir.
Como cabeza de turco estaba el calafellenc Alex López, el sistema no favorecía a su juego y apenas podía sacar provecho de los pocos balones que recibía en condiciones de peligro. Su sequía goleadora le condicionaba en una grada nerviosa.
Ciertamente nada acompañaba, ni los pitos incesables a Jordi Calavera desahogaban al respetable de un partido al que se iba al descanso con 0-2.
“El ADN de esta plantilla ha de ser la lucha y la entrega, no darse nunca por vencido”, Vicnete Moreno lo contaba en rueda de prensa, ese ADN fue el que remontó el partido, bueno eso y ponerle a Alex López a Uche al lado.
El dorsal 11 del Nàstic renació cual ave fénix para erigirse como el gran protagonista de la tarde. Con el equipo volcado en el campo del Lugo forzó un penalti (que Uche transformó) y logró el empate en el 91′ tras una de las tantas puñaladas de Gerard Valentín en el partido.
Alex se puso la mano en el oído, recado para la parte crítica de la afición, “con mi gol quería decir que aquí estoy y que siempre estaré, voy a seguir trabajando”.
Alex López ha sido la punta de la lanza.
La reacción del equipo es de chapeau, creen más ellos que nosotros y eso es inconcebible.
Luis César declaraba que “me voy contento porque un gran equipo no nos ha podido ganar”, eso es lo que opinan los técnicos rivales por lo que orgullosos deberíamos estar.
El equipo necesita un tiempo para acoplarse y todo lo que sumemos en la tabla es como oro, si somos capaces de tener paciencia y engranar todas las piezas (que no son pocas).
Se conoce en el entorno que se quiere hacer un último fichaje, un medio centro ofensivo para restablecer esa conexión perdida en el partido de ayer. Bienvenido será si es para sumar.
De momento hemos evitado una derrota en casa por la gracia (y calidad) de Alex López
Paco Atero, @PDR_Nastic
@PDRcom