El equipo asturiano no se descuelga de la parte alta de la clasificación antes de visitar Burgos. Por otro lado, el Palma Air Europa suma su segunda derrota consecutiva.
No era el mejor día, no era la mejor hora, pero Pumarín se volvió a vestir de gala. Como en las grandes ocasiones. Llegaba Palma Air Europa a Oviedo clasificado en segunda posición y cosechando su primera derrota (Vs. Cocinas.com, 74-77) tras una racha de siete victorias consecutivas. No tiene el respeto que se merece, pero quienes la seguimos, lo sabemos. Esta LEB Oro es extremadamente competitiva. No iba a ser fácil ni para Palma, ni para Oviedo. Y la igualdad sería la nota dominante.
El Unión Financiera buscaba hacer daño por dentro con un Dan Trist muy inspirado en los primeros compases con seis puntos consecutivos. Ya fuese tras jugada al poste, o tras penetración, los asturianos hacían daño al equipo de Angel Cepeda en la pintura. Los baleares respondían a golpe de triple con el sello de Feliu, Uriz o Guillén. Oviedo continuaría buscando balones interiores para sumar puntos y ese desequilibrio pintura-perímetro lo solucionaría el entrenador balear con la entrada de Javi Lucas y Sabonis para aportar más músculo en intimidación por dentro. La mejora de Palma fue evidente y la entrada de Andrés Miso por parte del Unión Financiera hizo del partido aún más disputado (22-22).
Tras los primeros 10 minutos, era turno de las rotaciones, de mover fichas, y de mantener la intensidad mostrada en el primer cuarto. Los visitantes fueron quienes dieron el primer paso. Triples, triples y Javi Lucas por dentro. Palma estaba consiguiendo llevar al conjunto local al ritmo que ellos querían. Precipitación por parte de Víctor Pérez, indecisión en Andrés Miso y falta de movimiento por parte del equipo local. Había dudas. Y a Carles Marco no le tembló el pulso, fuera toda la línea perimetral, fuera toda la pintura, y vuelta del quinteto titular. Y por ahí empezó la reacción del Oviedo. Zaid Hearst anotaría la primera canasta del Oviedo a falta de 4:55 para el descanso. Descaro del exterior salido de Quinnipiac, lectura por parte de Jordan Swing y Ferran Bassas y Palma volvía a sentir el aliento de Oviedo con un palmeo de Mario Cabanas que pondría el 35-39. Ángel Cepeda se vio obligado a parar el partido y tras la reanudación, Mikel Uriz anotaría una canasta sobre la bocina para poner el 38-41.
Una de las virtudes (o defectos, según se mire) que tiene Pumarín es que es tan sumamente pequeño que el ánimo y presión que ejerce el público hace del pabellón una cancha extremadamente exigente para cualquier rival que la pise. El Unión Financiera sintió el calor de su gente y salió tras los primeros minutos con motivación, con Ferran Bassas mostrando esas canastas a aro pasado que tanto gustan en Oviedo, con Swing demostrando que es uno de los mejores ‘3’ (sino el mejor) de toda la liga y con una gran defensa. Cepeda mantuvo a Sabonis en el quinteto tras el descanso para dar músculo e intentar parar las penetraciones ovetenses. Y vaya que si lo hizo. En una de las muchas penetraciones que intentó Swing, se encontró con el lituano y salió mal parado en la caída. Parecía que el ex de UAB se recomponía de esa acción tras un tiempo en el suelo, y en la siguiente jugada, un codazo involuntario del lituano mandaría al banquillo con la nariz sangrando al ’12’ del Oviedo. El equipo balear se fue metiendo poco a poco en el partido y la igualdad volvería a primar en el partido (59-59).
Carles Marco está consiguiendo dar una identidad defensiva al Unión Financiera Baloncesto Oviedo. Y algo más importante. Los minutos en Oviedo están cada vez más caros, porque el nivel de algunos jugadores es muy elevado. Desde la defensa empezó a abrir un mínimo hueco el equipo local. Porque Kevin Van Wijk se encargó de parar a Richi Guillén (22.8 PPG), y por fuera las rotaciones defensivas son cada mejores. Hasta en tres ocasiones consiguió el Oviedo que Mallorca perdiese el balón por acabarse el reloj de posesión. Y en ataque Andrés Miso, que ha caído como agua de mayo al Oviedo, puso la experiencia. Dicen que los líderes nunca se esconden, que siempre aparecen cuando se les necesita. Y Jordan Swing es de esos jugadores. Porque por tíos como él merecen que pagues una entrada. Porque tiene madera de líder. Porque pide el balón cuando más quema y porque sabe que hacer con él. El norteamericano resolvió y el Unión Financiera se llevó una importante victoria (81-74) ante uno de los equipos más duros de la competición.
Unión Financiera Baloncesto Oviedo – 81: Cabanas (3), Férnandez (0), Trist (11), Van Wijk (11), Prieto (0), Sánchez (0), Bassas (10), Pérez (2), Parada (0), Swing (21), Hearst (11), Miso (12).
Palma Air Europa – 74: Duran (5), Feliu (13), Lucas (8), Alvarado (0), Sabonis (5), Uriz (17), Nicholas (5), Méndez (4), Guillén (14), Romero (0).
David Uña (@bullsderrick)
Pasión Deportiva Radio
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