El Real Madrid llegaba al primer partido europeo con la obligación de sumar la victoria tras la derrota el pasado viernes en la cancha del CSKA de Moscú. Por su parte el Panathinaikos venía de derrotar en la prórroga al Maccabi confirmando las buenas sensaciones que están dando los helenos después de que el ex entrenador del FC Barcelona Xavi Pascual, se hiciese cargo del equipo.
El encuentro comenzó marcado por el reencuentro del propio Pascual con su homólogo en el banquillo del Madrid, Pablo Laso; a la postre verdugo en la última final de la Liga Endesa.
Apoyados en un inmenso James Feldeine (3/4 T3), el Panathinaikos se apuntó el primer cuarto por 21 a 23. Era sólo el preludio de lo que vendría en el segundo cuarto, pues con un extraordinario 9 de 14 en triples al descanso los de Xavi Pascual amenazaban con abrir brecha (32-38 min 15). Tras un tiempo muerto de Pablo Laso, apareció el que a la postre sería el protagonista del partido: Sergio Llull. Con 8 puntos consecutivos, triple a tabla en contrataque incluido, el de Mahón le dio la primera ventaja del partido a su equipo desde el 3-2 en el primer minuto (40-38 min 17).
Con un intercambio de triples entre Feldeine y un inspirado Thompkins, 8 puntos consecutivos para cerrar el cuarto, se llegó al descanso con un apretado 53 a 50.
Tras el descanso, probablemente la bronca de ambos técnicos a las defensas de ambos equipos tuviera que ver, la anotación bajo drásticamente. No así la intensidad, la cual le ocasionó a Sergio Llull ser agraciado con una técnica por protestar al árbitro principal del partido, el croata Sreten Radovic. El cuarto, con mucha más emoción que juego, terminó con un 72 a 68 favorable al Real Madrid.
Llegábamos al último cuarto con todo por decidir, y el Real Madrid contribuyó más anotando únicamente 3 puntos en los 5 primeros minutos del último periodo lo que permitió a los griegos comandados por un buen Calathes colocarse por delante (75-76 min 35). Tras una canasta de Gustavo Ayón, los blanco empataban el partido a 81 a menos de 2 minutos para el final.
Un error infantil de Nikos Pappas pisando la línea lateral provocó una pérdida de balón cuando los de Xavi Pascual jugaban para ponerse por delante: ahí apareció Llull. Con una penetración consiguió anotar totalmente desequilibrado y además provocar la falta. Con tres de ventaja y minuto y medio por jugar, una jugada de pizarra de los visitantes acabó con un triple de James Feldeine (6/7 T3) que empataba el partido (84-84 min 39).
Una canasta de Llull que firmaría el propio Stphen Curry ponía un 86-84, que la precipitación del Panathinaikos y una pelota salvada por Carrol tras un rebote se encargaron de refrendar. De nada sirvió el intento final de KC Rivers forzado desde la esquina por forzar la prórroga, la victoria se quedaba en Madrid.
Samuel Barreiro (@sbarreiro94)
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